Noche de órgano en el Conservatorio Nacional de Música

con Francisco Javier Hernández





o Ofrecerá obras de Scarlatti, Bach, Noble y Alain, como parte del IV Festival Internacional de Órgano de la Ciudad de México



o El próximo miércoles 14 de septiembre a las 19:00 en el Auditorio Silvestre Revueltas





La majestuosidad de la música de órgano llenará el Conservatorio Nacional de Música (CNM) el próximo miércoles 14 de septiembre a las 19:00, esta vez, como parte del IV Festival Internacional de Órgano de la Ciudad de México.



En el Auditorio Silvestre Revueltas, Francisco Javier Hernández, considerado como uno de los más importantes ejecutantes de dicho instrumento en Iberoamérica, ofrecerá al público un programa conformado por obras de Scarlatti, Bach, Noble y Alain.



Entrevistado por el Instituto Nacional de Bellas Artes, el destacado organista jalisciense dijo sentirse honrado de que lo hayan invitado a participar en esta actividad, en la que una vez más tendrá la oportunidad de tocar el órgano del CNM, que consta de cinco mil tubos en 60 registros que permite alternar y mezclar sonidos.



La compañía italiana Tamburini fue la encargada de traer este órgano en 1967, a petición del profesor Jesús Estrada. “Veo que la labor de la primera generación es un continuo, desde el maestro Estrada, pasando por Víctor Urbán y muchos otros nombres”, comentó.



Los asistentes al concierto podrán escuchar la Tocatta núm. 11 de Alessandro Scarlatti, en un arreglo especial de Ferruccio Vignanelli, de quien Francisco Javier Hernández fuera alumno en el Instituto Pontificio de Música Sacra de Roma.



Vignanelli era un poeta, y con esa sensibilidad legó varias piezas de música para teclado que transcribió para órgano, son una maravilla, indicó el músico de Arandas.



El programa lo complementan las piezas Despertad la voz nos llama y En ti está la alegría, así como Passacaglia y fuga, de Johann Sebastian Bach, quien es uno de sus compositores preferidos por su dominio de la técnica y riqueza de elementos.



Hernández cerrará el concierto con Scherzino mexicano, de Ramón Noble, y Letanías, de Jehan Alain, que por su lenguaje puede considerarse dentro de la música contemporánea.



Francisco Javier Hernández señaló que hubo “un bache” en la música de órgano a partir de los años 90, y que hasta hace cinco o seis años la actividad organística era poca. Sin embargo, aclaró, en los últimos tiempos ha tenido la oportunidad de oír a jóvenes organistas con grandes cualidades. “Tengo muchas esperanzas para el futuro, hoy en día muchos jóvenes están dando muestras de su capacidad, formación, entusiasmo y deseo de trabajar”.