Alumnos de la Escuela de Música Vida y Movimiento protagonizarán Gala de Jóvenes Solistas de la Filarmónica



Bajo la dirección de José Areán interpretarán Dos danzas, de Debussy; Concierto para tuba y orquesta en fa menor, de Vaughan Williams; Concierto para flauta y orquesta, de Nielsen, y Concierto para piano y orquesta en sol mayor, de Ravel



El programa se podrá escuchar el sábado 2 y el domingo 3 de mayo en el Auditorio Silvestre Revueltas del Conservatorio Nacional de Música

Cuatro destacados alumnos de la Escuela de Música Vida y Movimiento del Centro Cultural Ollin Yoliztli (CCOY) protagonizarán la Gala de Jóvenes solistas que ofrecerá la Orquesta Filarmónica de la Ciudad de México (OFCM), bajo la batuta de José Areán, estos sábado 2 y domingo 3 de mayo en el Auditorio Silvestre Revueltas del Conservatorio Nacional de Música.

Se trata del arpista Balam Ramos Cruz, la flautista Concepción Hernández Gutiérrez, el pianista Felipe Ríos y el ejecutante del trombón bajo Ángel Jiménez Vuelvas, quienes fueron seleccionados de entre casi 30 estudiantes de diversos instrumentos a través de un proceso de audición, encabezado por el director artístico de la Filarmónica, José Areán, y el director de la escuela, Ricardo Fuentes.

“Es un concierto fuera de lo común, en un esfuerzo de apoyo a los jóvenes talentos mexicanos y en particular a aquéllos que estudian aquí mismo en la Ollin Yoliztli”, señaló José Areán, al tiempo que recalcó que la Filarmónica y el CCOY son una unidad, por lo que la agrupación musical a su cargo continuará trabajando con los alumnos y maestros de la institución.

Así, los nuevos talentos se sumarán a la trayectoria del cuerpo de músicos de la OFCM para interpretar Dos danzas, sacra y profana, de Claude Debussy; Concierto para tuba y orquesta en fa menor, de Ralph Vaughan Williams; Concierto para flauta y orquesta, de Carl Nielsen; así como Concierto para piano y orquesta en sol mayor, de Maurice Ravel.

Una flautista oaxaqueña: Concepción Hernández Gutiérrez

Originaria de Santa María Tlahuitoltepec, Oaxaca, la flautista Concepción Hernández Gutiérrez (8 de diciembre de 1990) incursionó en la música a la edad de nueve años, cuando ingresó al Centro de Capacitación Musical y Desarrollo de la Cultura Mixe (CECAM) y se integró a una banda filarmónica de su comunidad. A los 17 años viajó a la Ciudad de México para estudiar en la Escuela de Música Vida y Movimiento del CCOY.

Ha pertenecido a la Orquesta Juvenil Carlos Chávez, Orquesta Juvenil Universitaria Eduardo Mata de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y actualmente pertenece a la Orquesta Sinfónica del Instituto Politécnico Nacional (IPN). Además, ha participado como invitada en la OFCM y en la Orquesta Sinfónica Nacional.

Como solista ha colaborado con el grupo Cappella Cervantina del maestro Horacio Franco, en el Festival de México 2010 como parte del programa jóvenes solistas; mientras que ha ofrecido varios recitales y Master Class dentro del país.

Para Concepción Hernández Gutiérrez es un sueño hecho realidad tocar como solista de la Orquesta Filarmónica de la Ciudad de México, y agradeció esta oportunidad en la que promete dar lo mejor de sí durante la ejecución del Concierto para flauta y orquesta, Opus 119, de Carl Nielsen (1865-1931).

En entrevista, Concepción Hernández Gutiérrez reveló que al principio le costó entender la idea que plasma Nielsen en la obra, ya que la escribió entre sus viajes. “Por esa razón siento que hay muchos colores en esa obra”, dijo.

Compuesto en 1926 y estrenado el 21 de octubre de ese mismo año en París, con Gilbert Jespersen como solista y bajo la dirección de Emil Telmányi, el Concierto para flauta y orquesta es una de las piezas más conocidas de Nielsen --además de sus seis sinfonías--­ en la que explora de manera más amplia en este instrumento.

“La flauta no puede negar su propia naturaleza. Su hogar está en Arcadia y prefiere los estados de ánimo pastorales. Por ello, el compositor debe obedecer a la gentil naturaleza de la flauta, a menos que quiera ser considerado como un bárbaro.

“Comencé a componer primero con el piano y después transcribía a la orquesta. La siguiente etapa fue escribir la partitura directamente para los instrumentos. Ahora pienso directamente con base en los propios instrumentos, como si me metiera en ellos. Uno bien puede decir que los instrumentos tienen un alma”, escribió Nielsen sobre la flauta solista de esta pieza.

Para lograrlo, Concepción Hernández Gutiérrez consideró que durante estos dos conciertos buscará “que el público los disfrute tanto como yo lo haré”.

El arpa en manos poblanas: Balam Ramos Cruz

El arpista Balam Ramos Cruz (12 de junio de 1995) nació de la Sierra Norte de Puebla, de donde heredó sus raíces musicales huastecas. A los cuatro años de edad da las primeras muestras de su interés por la música, iniciando su aprendizaje musical con la jarana huasteca, de manos de su tío; a los siete años comienza sus estudios formales en la Escuela de Iniciación a la Música y a la Danza del Centro Cultural Ollin Yoliztli, y a los nueve elige como su instrumento el arpa tradicional.

En su constante búsqueda musical, se interesó por las expresiones del arpa en sus diferentes manifestaciones y a los 14 años entró a la Escuela de Música Vida y Movimiento con el maestro Baltazar Juárez en la cátedra de Arpa de Pedales.

Hoy en día forma parte de la Orquesta Juvenil Carlos Chávez y como solista se ha presentado con la Orquesta Sinfónica de la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo.

Como arpista profesional, para Balam Ramos es muy importante y emocionante participar como solista con la Filarmónica, pues muchos de los músicos que la integran fueron sus maestros en las escuelas del Centro Cultural Ollin Yoliztli.

“Yo todavía no me lo acabo de creer y qué bueno que nos dieron oportunidad de hacer la audición para poder presentarnos con ellos”, declaró el intérprete que ofrecerá al público Dos danzas, sacra y profana, de Claude Debussy.

Escritas en 1904 por encargo del Conservatorio de Bruselas, que adoptó el entonces nuevo modelo de arpa cromática de la firma parisina Pleyel, las Dos danzas, sacra y profana, de Claude Debussy (1862-1918) fueron estrenadas el 6 de noviembre de 1904 en París, con la arpista Lucille Wurmser-Delcourt y la dirección de Édouard Colonne. Ese mismo año, Debussy realizó un arreglo a la pieza para dos pianos.

De acuerdo con el musicólogo y compositor Jesús Bal y Gay, la obra es un díptico de sentido análogo a los que encontramos en la historia de la pintura: la primera de esas Danzas se titula Danse sacrée y la segunda Danse profane. Se trata, pues, de un estudio de contrastes.

Al respecto, Balam Ramos señaló que aunque en general siempre es complicado interpretar a Debussy, porque tiene su propio color y su manera de tocarse, en estas danzas es aún más difícil, ya que además de tener un requerimiento técnico, sobre todo en la segunda, le exige al artista incluso una manera distinta de agarrar el instrumento.

“No es totalmente romántico y es difícil obtener el sonido como de Debussy”, refirió, al tiempo que indicó que también para la orquesta (de cuerdas) representa un reto, pues se trata de lograr que se escuche como una unidad con el solista.

Con apenas 19 años, el arpista resaltó que la intención de todo intérprete es comunicar lo que está sintiendo a través de la música, por lo que aseguró que dará todo lo mejor durante su ejecución para “hacer una interacción sentimental con el público”.



Felipe Ríos, un joven pianista de vasta experiencia

De Huajapan de León, Oaxaca, Felipe Ríos (15 de enero de 1994) se interesó en la música a los cuatro años de edad con su padre, el maestro Ramón Ríos Solano. A los 6 años ingresó a la Casa de la Cultura de su ciudad natal, en donde da sus primeros recitales, para luego estudiar de manera formal a los 15 años en el Instituto Superior de Música del Estado de Veracruz y después en la Facultad de Música de la Universidad Veracruzana.

Actualmente continúa sus estudios en la Escuela de Música Vida y Movimiento del Centro Cultural Ollin Yoliztli en la cátedra de piano de la maestra Guadalupe Parrondo.

Se ha presentado en el Teatro Macedonio Alcalá, de Oaxaca; el Museo de Antropología y el Teatro del Estado, en Veracruz; así como en la Sala Hermilo Novelo del Centro Cultural Ollin Yoliztli, en la Ciudad de México.

Felipe Ríos coincidió en que tocar con cualquier orquesta siempre es muy gratificante para un solista, pero personalmente hacerlo con la Filarmónica, agrupación a la que ha escuchado numerosas veces por ser parte del centro de estudios en el que se forma, representa una gran satisfacción.

Durante esta Gala de Jóvenes Solistas, Ríos tocará el Concierto para piano y orquesta en sol mayor, que Maurice Ravel (1875-1937) inició a escribir en 1930 y culminó un año después. La pieza fue estrenada el 14 de enero de 1932 en la Sala Pleyel de París por la pianista Marguerite Long, a quien está dedicada, con la Orquesta Lamoureux dirigida por el compositor.

“La instrumentación que utiliza Ravel es muy difícil y te exige al máximo, a mí como intérprete pero también a la orquesta, porque aquí el pianista y la orquesta son dos solistas”, aseveró Ríos, quien confirmó lo que sus compañeros señalaron acerca de que se trata de una oportunidad en la que tienen que dar todo.

El joven pianista confió en que el programa le gustará mucho al público porque estará muy bien ejecutado y el ejercicio les dejará una gran enseñanza profesional a los participantes, además de que abrirá nuevas puertas de convocatorias para darle seguimiento a más músicos con gran talento de la Escuela.

Ángel Jiménez Vuelvas, el trombón bajo

A la edad de 15 años, Ángel Jiménez Vuelvas, (14 de mayo de 1987), comenzó su formación musical al incorporarse a la Banda Sinfónica del Ayuntamiento de Colima, Colima, bajo la dirección del maestro Arturo Ochoa y la cátedra de trombón de Luis Enrique Monroy. Posteriormente formalizó sus estudios en la Escuela de Música del Instituto Universitario de Bellas Artes, con lo que participó en la Banda Sinfónica de la Universidad de Colima y el Ensamble de Alientos de la Secretaria de Cultura del Gobierno del estado de Colima.

Tras un corto desarrollo, fue invitado a formar parte de la Orquesta Sinfónica Juvenil de Guadalajara, para después emigrar a la Ciudad de México a continuar sus estudios superiores en la Escuela de Música Vida y Movimiento del Centro Cultural Ollin Yoliztli, bajo la tutela del maestro Julio Briseño y la del doctor Iain Hunter, con quien actualmente se encuentra estudiando.

“Yo siento una sensación que ni siquiera sé cómo explicar, estar al frente (con la Filarmónica) es una oportunidad maravillosa que nunca me imaginé… Dentro de mis metas estaba poder formar parte de una orquesta reconocida del país, pero nunca hacer una labor como solista”, expresó Ángel Jiménez Vuelvas, quien dio a conocer que ha sido invitado de la OFCM dentro de la sección de trombones.

A diferencia de sus compañeros, la pieza que interpretará Ángel Jiménez Vuelvas no es original para su instrumento, pues se trata del Concierto para tuba y orquesta en fa menor, de Ralph Vaughan Williams (1872-1958), compuesto con motivo del jubileo de oro de la Orquesta Sinfónica de Londres y dedicado al conjunto londinense y a su tubista, Philip Catelinet, quien la estrenó el 13 de junio de 1954.

Esto hace más compleja la ejecución, ya que la tuba es mucho más grave y para el trombón bajo el Concierto demanda mayor cantidad de aire y mejor calidad de sonido. No obstante, afirmó que ello no empañará su desempeño ni impedirá mostrar al público cuánto disfruta tocarlo,

“La sensación de tener el sonido de una gran orquesta como es la Filarmónica atrás de uno, requiere tener un gran soporte en lo que estás interpretando para poder hacer un buen ensamble con la orquesta, porque realmente es muy demandante su nivel y te exige mucho”, subrayó.

En tanto que reconoció que a la experiencia que les dejará tocar al lado de los grandes maestros que integran la OFCM se suma la de enfrentarse al público, para perder ese miedo y poder desenvolverse en un escenario como artistas.

La Gala de Jóvenes Solistas se podrá escuchar el sábado 2, a las 18:00 horas, y el domingo 3 de mayo, a las 12:30 horas, en el Auditorio Silvestre Revueltas del Conservatorio Nacional de Música (Presidente Masaryk 582, colonia Polanco, delegación Miguel Hidalgo). Entrada libre.

Para conocer más de los programas de la OFCM, consulte el sitio web http://ofcm.cultura.df.gob.mx/.

--o0o--