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celebracion 2015-04-30 15:08

Conmemoracion del dia del Trabajo, mas de 100 años de lucha obrera y sindical

CONMEMORACIÓN DEL DÍA DEL TRABAJO, MÁS DE 100 AÑOS DE LUCHA OBRERA Y SINDICAL

*** La celebración tiene sus orígenes en la huelga del 1 de mayo de 1886, en la ciudad de Chicago, Estados Unidos
*** En México, la conmemoración inició en 1913, aunque ya antes se habían realizado las huelgas de Cananea y Río Blanco

Considerado en muchos países como el origen del movimiento obrero moderno, el Día del Trabajo es la conmemoración en la que se exigen diferentes reivindicaciones sociales y laborales. En México esta celebración cuenta con más de 100 años de realizarse.
Saúl Escobar, historiador del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), recordó que el origen de esta conmemoración se remonta al 1 de mayo de 1886, en la ciudad de Chicago (Estados Unidos), donde se organizó una huelga general para exigir una jornada laboral de ocho horas, protesta que se replicó en varios estados de la Unión Americana.
Al no recibir respuesta de sus patrones, los obreros convocaron a seguirse manifestando, lo que ocasionó enfrentamientos entre los trabajadores y la policía, hasta que el día 4 de mayo estalló una bomba que mató a un agente de la policía; en respuesta, la agrupación policiaca abrió fuego asesinando a un número indeterminado de obreros.
A partir de ese acontecimiento, la organización Internacional Socialista (IS) declaró el 1 de Mayo como un día de lucha de todos los trabajadores, y a partir de finales del siglo XIX a la fecha, se celebra en casi todo el mundo, excepto en Estados Unidos y Canadá, que lo recuerdan en septiembre.
En México, expuso el historiador adscrito a la Dirección de Estudios Históricos del INAH, la primera vez que se conmemoró fue el 1 de mayo de 1913, durante el gobierno de Victoriano Huerta, con una marcha organizada por trabajadores de distintos gremios y fábricas.
“La manifestación salió del Zócalo y llegó al Hemiciclo a Juárez, de ahí a la Cámara de Diputados, donde entregaron un pliego petitorio cuyas demandas más importantes eran las jornadas de ocho horas, descanso dominical, protección contra riesgos de trabajo, pago de indemnización por accidentes, entre otras peticiones”, comentó el investigador.
Las huelgas de Cananea y Río Blanco se recuerdan como el inicio de la presencia histórica del movimiento obrero en México. La segunda estalló en 1907 para exigir, además de peticiones económicas, el reconocimiento de la representación obrera, perseguida y considerada fuera de la ley. El fallo de Porfirio Díaz en su contra desató una manifestación y luego un motín, desencadenando la represión y la muerte de varios trabajadores.
En tanto, la intervención del ejército de Estados Unidos en la mina de Cananea, en Sonora, fue calificada en los periódicos de aquel entonces (1906) como “una vergüenza nacional”, por constituir un acto de injerencia extranjera en contra de los trabajadores, que incluso motivó una queja diplomática.
Debido a estos antecedentes, en 1917, el Congreso Constituyente redactó el artículo 123, que para ese momento fue un ejemplo para el mundo, una legislación sumamente avanzada, progresista, protectora, solidaria y garante de los derechos de los trabajadores.
Así, en 1923, Álvaro Obregón declaró al 1 de Mayo como la fecha de celebración de la lucha obrera mexicana, y para 1925, el presidente Plutarco Elías Calles lo estableció oficialmente como el Día del Trabajo.
En los años treinta, “entre finales de la Revolución y el gobierno Constituyente, se avanzó en las conquistas de los trabajadores: la jornada de ocho horas y los contratos colectivos. Con desigualdades y altibajos, hubo avances importantes del movimiento obrero hasta finales de los cuarenta”, explicó el historiador.
Durante el mandato de Lázaro Cárdenas, se creó un frente obrero que daría lugar a la Confederación de Trabajadores de México (CTM), que en ese momento fue una central avanzada e ideológicamente muy progresista.
El gobierno de Miguel Alemán (1946-1952) trató de recuperar el control de los sindicatos; en 1948 surgió el “charrismo sindical”, a partir de la intromisión, en 1959, del Ejército en las instalaciones del Sindicato Ferrocarrilero para acabar con la huelga que mantenía este gremio. “Posteriormente, se impuso por la fuerza a Jesús Díaz de León como líder sindical, quien gustaba de la charrería, de ahí en adelante se designó ‘charro’ al dirigente impuesto por el gobierno”, comentó.

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