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Libros 2017-06-26 13:26

La sal de los días, un libro de microrrelatos para leer cada día del año

Adriana Azucena Rodríguez presentará

La sal de los días, un libro de microrrelatos

para leer cada día del año




· Agustín Monsreal, Fernando Sánchez Clelo y Laura Elisa Vizcaíno acompañarán a la autora



· El martes 27 de junio a las 19:00 en el Centro de Creación Literaria Xavier Villaurrutia





El libro La sal de los días, de Adriana Azucena Rodríguez, está dividido por los 12 meses del año, y cada microrrelato que contiene representa uno de los 365 días. La inspiración de esta publicación está en las hojas de almanaque, así, desfilan minificciones sobre fiestas patronales, celebraciones nacionales y la evocación de protagonistas de la literatura, entre otros temas.



Este volumen será presentado el martes 27 de junio a las 19:00 en el Centro de Creación Literaria Xavier Villaurrutia, ubicado en avenida Nuevo León 91, colonia Condesa. Participarán Agustín Monsreal, Fernando Sánchez Clelo, Laura Elisa Vizcaíno y la autora.

Entrevistada por la Coordinación Nacional de Literatura del Instituto Nacional de Bellas Artes, la escritora Laura Elisa Vizcaíno expresó que la estructura de la obra invita a leer un texto diario y sopesarlo de manera pausada, aunque también, reconoce, uno puede dejarse llevar por la brevedad y hacer una lectura de corrido, saltada o ir directamente a la fecha de cumpleaños, por ejemplo, para conocer una historia más. Por ello considera que el formato de la obra invita a aprehenderla de manera lúdica y dinámica.



“Adriana Rodríguez sabe cuidar el lenguaje y las expectativas de su receptor, por lo que cada microrrelato tiene su justa medida de sal. Los lectores que se acerquen a esta obra encontrarán, primero, un juego interesante con la estructura de los almanaques, calendarios o agendas; en segundo lugar, conocerán datos interesantes sobre escritores representativos de la literatura universal en su fecha de muerte o nacimiento, así como una intertextualidad paródica de la calendarización de los santos. Y en tercero, esta obra deja la sensación de que la posibilidad imaginativa es posible en cualquier día del año; en consecuencia, el lector que se acerque a esta obra descubrirá o reafirmará que la literatura es parte de la vida diaria”, explicó.



Desde el punto de vista de Vizcaíno, la obra está construida a partir de la intertextualidad porque existe una conexión virtual entre los relatos del libro y un “archivo” cultural que atañe a lo literario y extraliterario. Por lo tanto, comentó, la memoria de cada uno de los lectores es agitada en todo momento, por lo cual recomienda que no bajen la guardia para evitar perderse en el camino.



Dijo que el estilo literario de Adriana Azucena Rodríguez apela a la sencillez - con toda la complejidad que implica- y a la memoria colectiva para preservar textos cuyo secreto se descubre en el silencio.



“Así ocurre, por ejemplo, el 21 de diciembre, día más corto del año: ‘Casi brotan unas casi lágrimas. Casi sonreí pero casi me descubres. Casi al final, casi me quedé’. Aquí lo cotidiano y común, como el solsticio de invierno, se relaciona con una breve escena de desamor. La unión de este tipo de día con la situación presentada solo acontece en el silencio donde el lector toma la palabra. Pero esto no sería posible sin los ingredientes contundentes que la autora pone sobre la mesa como la sal de los días”, señaló Vizcaíno.



Para Fernando Sánchez Clelo, La sal de los días, que fue publicado por Fomento Editorial BUAP y es el tercer título de la colección Ficción Express, que estará dedicada a la ficción breve, es un libro ameno.



“Es diversa la gama de tonos que se encuentran en las páginas del libro. Pero si hay algo en lo que coinciden es en el aspecto lúdico: la destreza para transformar en una minificción a las efemérides de una conmemoración histórica, una fiesta patronal o la dedicación de un día mundial. El estilo lúdico y humorístico es el ingrediente que desdobla el dato frío en un texto literario. Hay textos irónicos, de humor negro, unos trágicos y otros más reflexivos. Se pueden hallar desde historias risueñas hasta otros que son críticos ante un problema que nos concierne a todos”.



En resumen, La sal de los días de Adriana Azucena Rodríguez provoca que el lector perciba la maravilla de la vida que pasa inadvertida, especialmente cuando el tiempo se vuelve invisible ante la contingencia de la rutina.

“El lector encontrará el juego con la evocación de una fecha histórica, la celebración de un santo, una conmemoración mundial o el recuerdo de la publicación de un libro. Hallará la riqueza de temas del día que se pierde por vivir en un contexto de urgencia, ya sea en el trabajo, en la escuela o con la familia; este libro invita a hacer una breve pausa para calmar la ansiedad citadina. La autora está decidida a encontrar esos resquicios para llenarlos de imaginación, juego y fantasía”, concluyó Sánchez Clelo.

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