Trío de cámara llevará la música de Schubert, Arenski y Debussy a Guanajuato



· Como parte del ciclo Bellas Artes a todas partes, organizado por la Coordinación Nacional de Música y Ópera



· El conjunto está conformado por Guadalupe Parrondo, Adrián Justus y Asaf Kolerstein



· Viernes 23 de marzo a las 20:00 en el Auditorio Mateo Herrera del Forum Cultural Guanajuato



Como parte del ciclo Bellas Artes a todas partes, organizado por la Coordinación Nacional de Música y Ópera del Instituto Nacional de Bellas Artes, tres virtuosos del medio musical mexicano: Guadalupe Parrondo (piano), Adrián Justus (violín) y Asaf Kolerstein (violonchelo) unirán sus talentos en un concierto que se llevará a cabo este viernes 23 de marzo a las 20:00 en el Auditorio Mateo Herrera del Forum Cultural Guanajuato.



“En este programa recordaremos al compositor Franz Schubert, por los 190 años de su fallecimiento, y a Claude Debussy por el centenario de su muerte. Las primeras obras que interpretaremos son de estos autores; después del intermedio tocaremos una pieza de Antón Arenski”, explicó la pianista Guadalupe Parrondo.



El público podrá escuchar la Sonatina op. 137 núm. 2 para piano y violín del austriaco Franz Schubert (1797-1828), la Sonata para violín y piano del francés Claude Debussy (1862-1918) y el Trío op. 32 núm. 1 del ruso Antón Arenski (1861-1906).



La intérprete mexicana dijo también que este concierto será un “abanico de sonoridades”, pues los tres músicos son muy distintos, con estilos que van desde el clásico romántico, que sería Arenski, hasta el impresionista de Debussy.



“La obra de Arenski—añadió-- es muy demandante técnicamente para todos; en el caso del piano son 80 mil notas, exige un buen pianismo y conocimiento de la obra, se requiere trabajar mucho tiempo, no solo musicalmente, sino que debes tomarla entre los dedos y no pensar que viene el pasaje difícil de la obra”.



Parrondo señaló además que no es la primera vez que tocará con Adrián Justus y Asaf Kolerstein, sin embargo, aclaró, no son un trío conformado, solo se juntan para hacer música. “Ya nos conocemos y creo que cuando se hacen conciertos frecuentes, te vuelves un instrumento, se amalgama el sonido del trío, nadie es protagónico, simplemente estamos al servicio de la música, la protagonista es ella”.



Y agregó: “En el caso del trío yo tengo que escuchar a los otros dos, nos regimos por lo que está escrito en la partitura. Nos escuchamos, es decir, todos tenemos que estar pendientes de todos, para estar en la misma frecuencia sonora y con la misma energía.



“Existen partes evidentemente solistas tanto del chelo, el violín y el piano, pero ninguno es acompañante del otro, en la música de cámara es una fusión sonora, reforzamos armónicamente. No existe el ego, es ser humildes ante la magia de la interpretación.



“Nosotros tres nos llevamos muy bien, trabajamos muchísimo, reímos y nos divertimos, eso se nota en el escenario, eso es lo importante”, concluyó.