Genios y figuras, un retrato del siglo XX a través de la mirada de Ernesto El Chango García Cabral

Esta exposición reúne 80 caricaturas, fotografías y reproducciones de personalidades del ámbito internacional


Puede visitarse en el Centro de Exposiciones del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, hasta el 10 de junio


“Ernesto García Cabral pescaba el alma de los personajes a los que retrataba”, afirmó su hijo, Ernesto G. Cabral Sans, durante un recorrido por la muestra Genios y figuras. Retratos caricaturales de Ernesto García Cabral, que se exhibe, hasta el 10 de junio, en el Centro de Exposiciones del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, ubicado de la Terminal 1.

Dicha exposición, que reúne 80 caricaturas, fotografías y reproducciones de personalidades del ámbito internacional, cuenta con el apoyo del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA) y el Taller Ernesto García Cabral A. C.

“Se cumple medio siglo de que El Chango García Cabral (1890-1968) vive en otra parte. Tenía un alma universal cocinada a la mexicana, con sazón veracruzano; lo caracterizaba la alegría, la jocosidad, la sensualidad, el gusto de estar vivo y celebrarlo con amistades, trabajo y honradez”, añadió el hijo del artista.

“Aquí estamos viendo, de un plumazo, siete décadas del siglo XX”, comentó Cabral Sans sobre la muestra, e indicó que el curador de esta, Horacio Muñiz, realizó “un coctel, una panorámica del siglo XX a través de los personajes que comandaron, enriquecieron y depredaron el siglo XX”.

En la exhibición, además, se pueden conocer algunos de los momentos importantes en la vida del destacado dibujante y caricaturista, como su paso por la Academia de San Carlos, la obtención de una beca para estudiar en París, Francia, y sus colaboraciones en diversos medios.

Tinta, acuarela, bolígrafo, carbón, lápiz, aguada, óleo, encáustica, gouache y lápiz graso son algunas de las técnicas que utilizó para realizar sus obras.

Entre los retratos de grandes personajes que conforman la exposición sobresalen los de Albert Einstein, Winston Churchill, John F. Kennedy, Juan Domingo Perón, Fidel Castro, León Trotsky, Enrico Caruso, Salvador Dalí, Clark Gable, Brigitte Bardot y Gloria Swanson.

La caricatura del deportista y actor Johnny Weissmüller se presenta al lado de una fotografía en la que se lee: “El único chango que le pegó a Tarzán”, donde García Cabral simula dar un puntapié al actor que representó al personaje criado en la selva por los monos.

Durante las primeras décadas del siglo XX, Ernesto García Cabral desarrolló una de las etapas más destacadas dentro de su producción, cuando colaboró en la Revista de Revistas, El Universal y la revista Jueves, entre otras publicaciones. Su destacada labor al servicio de la prensa gráfica lo llevó a merecer el premio Mergenthaler.

“Estuvo al servicio de los rotativos como editorialista gráfico, sobre todo fue un gran dibujante, considerado incluso por Diego Rivera y José Clemente Orozco como el mejor entre todos ellos”, subrayó el hijo del artista.

Recordó que cuando Rivera vio el mural a la encáustica de Ernesto en lo que hoy es la biblioteca José María Heredia, en Toluca, le dijo: “caray Cabral, perdiste el tiempo haciendo monitos, pero que bueno que lo hiciste, porque así no nos quitaste la chamba”.

A pesar de que conoció a casi todos los personajes que dibujó, El Chango era verdaderamente humilde, nada orgulloso, ni pretencioso, señaló Cabral Sans, y así como muchas personalidades se convirtieron en sus amigos, también hubo quien lo llegó a amenazar por no gustarle la forma en que lo dibujó.

Se calcula que publicó alrededor de 25 mil trabajos, más otros miles que dejó en paredes, manteles, servilletas y hasta ropa íntima.

“Nació para dibujar y murió dibujando, de su restirador pasó a su cama para morir, víctima de una embolia”, destacó su hijo.

Entre las personalidades mexicanas, dibujó a Emiliano Zapata, Francisco I. Madero, Pancho Villa, Tin Tán y Cantinflas. Fue amigo del Dr. Atl, Roberto Montenegro y Adolfo Best Maugard, entre muchos otros, quienes no aparecen en esta muestra, por ser una selección de figuras internacionales.

Como caricaturista se consagró como exponente de la sátira política, agitado por la turbulencia revolucionaria, así como por la Primera Guerra Mundial, que vivió cuando estudiaba en Europa. Entonces ridiculizaba a la manera francesa, pródiga en alegorías chuscas más que en distorsiones corporales.

A García Cabral hay que descubrirlo, invitó su hijo, quien dijo no tener el don de su padre: “La mano mía no me hace caso, por eso tengo que dirigir, producir y escribir. Mis hermanos tienen más facilidad, así como mi hijo Jerónimo, quien dibuja, esculpe y es actor de cine al igual que su abuelo, quien en 1924 y 1926 participó en dos películas de Gustavo Sáenz de Sicilia y, en 1965, en la cinta En este pueblo no hay ladrones de Alberto Isaac”.

El Chango “siempre estuvo metido en el arte, desde los 4 años hasta su fallecimiento, a los casi 80. No hay que fijarse en las fechas, sino en el kilometraje; la intensidad que tenía en la vida, la sensualidad con la que vivió, el gusto con el que estuvo deambulando por el planeta, no solamente para él sino para tantísima gente que lo seguía”.

Para finalizar, Ernesto G. Cabral Sans aseguró que los caricaturistas siguen siendo los mejores editorialistas en el mundo. “Una buena caricatura sigue apreciándose y agradeciéndose porque te pescan el alma cuando lo saben hacer, allí sacan todo el carácter de una persona”