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Noticias 2018-09-30 20:23

La Orquesta Escuela Carlos Chávez brindó un emotivo concierto que hermanó a las culturas mexicana y rusa

Este domingo, la última actuación septembrina en el Cenart



La Orquesta Escuela Carlos Chávez brindó un emotivo concierto que hermanó a las culturas mexicana y rusa



La agrupación se presentó con los coros Sinfónico del Sistema Nacional de Fomento Musical y de la Orquesta de la Ciudad de México, con el programa Ocho danzas y un danzón



Múltiples ovaciones y vivas sintetizaron los sentimientos del público que llenó este sábado 29 de septiembre el Teatro de las Artes del Centro Nacional de las Artes (Cenart), en el concierto Ocho danzas y un danzón que ofreció la Orquesta Escuela Carlos Chávez con los coros Sinfónico del Sistema Nacional de Fomento Musical y de la Orquesta de la Ciudad de México.



El de ayer fue la primera de dos presentaciones –la otra será este domingo 30 de septiembre- para cerrar el mes patrio con mucho sabor y tinte mexicano, aderezado con un el nacionalismo ruso, al interpretar obras alusivas al folclor del país europeo.



Con la dirección artística de Eduardo García Barrios, coordinador del Sistema Nacional de Fomento Musical, 230 artistas en escena, entre músicos y coros, ofrecieron una tarde para recordar, con la interpretación de un programa de obras clásicas mexicanas y rusas y el famoso danzón Nereidas, de Amador Pérez Torres (1902-1976).



Cada interpretación produjo una respuesta de gritos y ovaciones que concluyó con la exigencia de pie, de una pieza más, para cerrar con broche de oro un tarde perfecta.



La presentación de la OECCH en el escenario significó una comunión instantánea con el público, más cuando salió, tras bambalinas con batuta en mano, Eduardo García Barrios para anunciar la danza rusa Kamárinskaya, de Mijaíl Glinka (1804-1857). Después todo fue disfrutar del arte musical.



Kamárinskaya fue la primera obra orquestal basada completamente en una canción folclórica rusa usando los principios de composición del género; como danza nupcial no es de sorprender que haya sido bautizada con el subtítulo de Fantasía para orquesta en temas de una canción nupcial y de danza.



El programa fue seguido con fidelidad para tocar, de Macedonio Alcalá (1831-1869), Dios nunca muere, obra conocida como el segundo himno para los habitantes de Oaxaca y ante el cual algunos presentes se pusieron de pie para escucharlo.



Continuó el concierto con la melodía de Dimitri Shostakovich (1906-1975), el Vals núm. 2 de la Suite para una orquesta de variedades, que a decir de diversas publicaciones se inspiró en el canto Yo te daré, entonado por los niños españoles exiliados durante la Guerra Civil de 1936, la cual en esta ocasión estuvo dedicada a la conmemoración de los sucesos del 2 de octubre de 1968 en México.



El concierto tuvo un clímax con Huapango, de José Pablo Moncayo (1912-1958), la obra musical más popular de México que seguido de las Danzas polovtsianas de la ópera, y El príncipe Igor, acompañado de los coros, exaltaron los sentimientos de un público agradecido con el arte de los jóvenes músicos cuya música traspasó la piel.



El toque popular fue con el danzón Nereidas del músico oaxaqueño Amador Pérez Torres Dimas y cerraron con las danzas polovtsianas. Eduardo García Barrios comentó que a través de este concierto dos culturas se hermanaron: la rusa y la mexicana, que muestran la existencia de un paralelismo de las pasiones de ambos pueblos.



Detalló que el mexicano es más expresivo, “es más hacia afuera, más explícito en su arte” y el ruso es más “interno”. Agregó que al ser la Orquesta Carlos Chávez una escuela, la interpretación está sujeta al desarrollo individual y colectivo de los jóvenes.



“Se busca que el repertorio que uno escoge siempre tenga un sentido académico, un sentido didáctico, un sentido de crecimiento para la orquesta. Lo que buscamos en la Orquesta Escuela Carlos Chávez es, además del desarrollo técnico, individual y profesional de cada uno de los integrantes, que junto con todas las academias instrumentales, se logre un trabajo colegiado. Buscamos que aprendan la gran cultura de la ejecución orquestal”.



Eduardo García Barrios explicó que los jóvenes de esta agrupación transmiten al público con una energía sustentada en el conocimiento, “cada vez se siente más una orquesta de artistas sobre el escenario.



“Estamos contentos de haber creados ciertos cimientos. A hora vienen etapas nuevas, de búsqueda, de un sonido más profundo, de más contrastes y más riquezas con un repertorio cada vez más difícil de interpretar”, resaltó.



La segunda presentación del programa que cierra el ciclo de conciertos del mes patrio es este domingo a las 18:00 horas en el Teatro de las Artes del Centro Nacional de las Artes, Avenida Río Churubusco No.79 esquina con Calzada de Tlalpan, colonia Country Club. El acceso es libre y sujeto al aforo disponible.



AAD

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