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Noticias 2019-07-05 18:31

Belleza, serenidad, silencio, alegría y soledad, elementos de la arquitectura de la Casa Estudio Luis Barragán

Belleza, serenidad, silencio, alegría y soledad, elementos de la arquitectura de la Casa Estudio Luis Barragán



Especialistas se reunieron para conmemorar 15 años del inmueble como Patrimonio Mundial y relatar lo que implicó el proceso para la declaratoria de la UNESCO



Hace 15 años, durante una sesión del Consejo Internacional de Monumentos y Sitios (ICOMOS, por sus siglas en inglés), celebrada en Suzhou, China, la Casa Luis Barragán fue inscrita en la Lista del Patrimonio Mundial de la UNESCO. “Todo mundo votó por ella, fue uno de los momentos más emocionantes de mi vida, fue un proceso en el que aprendimos muchísimo y nos ha traído gran bienestar, felicidad y ha despertado el interés por esta casa, muestra de la arquitectura del siglo XX”.



Así lo mencionó Catalina Corcuera, directora del inmueble, durante la actividad organizada por la Dirección de Arquitectura y Conservación del Patrimonio Artístico Inmueble (DACPAI), titulada Declaratoria de la Casa Luis Barragán como Patrimonio Mundial, que se llevó a cabo la noche del 4 de julio en la Sala Manuel M. Ponce del Palacio de Bellas Artes, en la que también participaron los arquitectos José Vigil Herrera y Jorge Gamboa de Buen.



Exactamente 15 años transcurrieron desde aquel 4 de julio de 2004, fecha en que Catalina Corcuera viajó a China para que la comitiva de la UNESCO analizara los 52 sitios que estaban propuestos para obtener un lugar en la lista internacional. “Tras el fallecimiento del arquitecto Luis Barragán, la casa se declaró Patrimonio Artístico de la Nación, primer paso para acceder a la lista de Patrimonio Mundial”, dijo.



Explicó que fue la arquitecta Norma Soto Romero, quien inició las gestiones para pedir a la Fundación de Arquitectura Tapatía Luis Barragán y al gobierno de Jalisco que aceptaran llevar el proceso e inscribir la casa.



Una llamada a deshoras, en la que imaginas cualquier desastre, es como el arquitecto José Vigil Herrera recordó el momento en que Catalina Corcuera se comunicó con él para informarle que habían conseguido la nominación de la Casa Luis Barragán para formar parte de la Lista del Patrimonio Mundial de la UNESCO.



Para Vigil Herrera los elementos de la arquitectura de Luis Barragán son la belleza, serenidad, silencio, alegría y soledad, “palabras que no se usan en las escuelas de arquitectura ni cuando se presenta un proyecto, pero que Barragán sí aplicó”.



El arquitecto agradeció al Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (INBAL) por permitirles hacer un ejercicio de memoria, pues recordar 15 años de la declaratoria de la Casa Luis Barragán es un acontecimiento que ayuda y mantiene a las personas con la idea de que los objetivos se pueden lograr.



Mencionó que otras personas que colaboraron en el proceso fueron los arquitectos Francisco López Morales, que acompañó a Catalina a Suzhou, China, y José Luis Cortés, cuya ayuda fue muy importante, pues se movilizó para buscar distintos elementos que favorecieran en la nominación.



El apoyo de la UNESCO proyectó la casa a lugares que no esperábamos —dijo Vigil Herrera—, pero no es el único, el esfuerzo del INBAL y del Instituto Nacional de Antropología e Historia es algo que debería reforzarse; hay que cerrar filas con estas organizaciones.



Durante su intervención, el arquitecto Jorge Gamboa de Buen comentó que “tras su fallecimiento y con el paso del tiempo, Luis Barragán está más presente en la memoria de las personas y es reconocido como influyente en el pensamiento de arquitectos en el campo del arte conceptual”.



Explicó que la declaratoria ha ayudado a potenciar el prestigio, la protección y el cuidado hacia la Casa Luis Barragán. “Es una historia de éxito de la cultura mexicana, de la arquitectura, de las leyes e instituciones que se dedican a la protección del patrimonio”.



Refirió que, en algún momento, la propiedad estuvo a punto de perderse, ya que era una casa que se consideraba “rara” y los parientes no estaban muy interesados en conservarla. Gracias a las gestiones de Juan Palomar se logró que el gobierno de Jalisco comprara la casa de los herederos de Barragán y así se inició el proceso de restauración.



La casa está mejor que nunca —dijo—, es sumamente conocida en todo el mundo. El legado de Barragán, su memoria, su estética, sus brevísimas reflexiones que puso por escrito, son fundamentales. A través de todo ello su imagen se ha potenciado en el mundo.



Comentó que en los últimos cuatro años se realizó un programa de exposiciones con los mejores artistas contemporáneos, que culmina este año, con una recopilación de las exposiciones en una publicación.



Después de las intervenciones, mostraron una serie de imágenes de edificaciones, planos, videos y fotografías personales de Luis Barragán, en las que se puede observar la casa que construyó para Efraín González Luna en 1930, la de la familia Barragán Morfin, la de Gustavo Cristo, la Capilla de Tlalpan, la Casa Ortega, las Torres de Satélite y, desde luego, la Casa Luis Barragán, entre otras construcciones.

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