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Teatro 2015-06-29 13:49

La Compañía Nacional de Teatro estrenará El infierno, lectura a once voces de Vicente Leñero.

La Compañía Nacional de Teatro estrenará El infierno, lectura a once voces de Vicente Leñero, con dirección de Luis de Tavira





Se escenificará en el Teatro El Granero, Xavier Rojas del 30 de junio al 23 de julio, con funciones de lunes a jueves a las 20:00 horas



Con Farnesio de Bernal, Julieta Egurrola, Rosenda Monteros, Angelina Peláez, Luisa Huertas, Juan Carlos Remolina, Érika de la Llave, Roberto Soto y Patricia Madrid, actores del elenco estable de la Compañía, y el actor invitado David Lynn



Ø Propuesta de lectura escénica cuya verificación sucede en la mente del oyente





La convergencia de dos celebraciones: el 750 aniversario del nacimiento de Dante Alighieri y el inicio del homenaje que este año rendirá la Compañía Nacional de Teatro a Vicente Leñero, fallecido el 3 de diciembre de 2014, enmarca el estreno de la obra El infierno, texto insólito que propone una interlocución audaz entre el inmenso poema del llamado padre del idioma italiano y la realidad mexicana, bajo la dirección de Luis de Tavira.



“Leñero experimentó las posibilidades de convertir en sustancia dramática el inmenso poema teológico de Dante, para lo que construyó una obra que solo podría ser escenificada, según confesión propia, en el espacio desmesurado de las grutas de Cacahuamilpa, en respuesta a la iniciativa que alguna vez hubo de hacer teatro al interior de alguna sala de la enorme caverna”. Ello “demandaría cientos de actores y complejos recursos técnicos que lo convierten prácticamente en un texto casi imposible de escenificar”, dijo el director de escena Luis de Tavira.



“Se trata también de una aproximación, quizá la más contundente, de Leñero al universo de la poesía, y siguiendo su estructura bien podría ser el espléndido guion de una cantata musical para grandes coros, solistas, orquestas y conjuntos musicales circunscritos a una rigurosa austeridad de recursos expresivos. Asimismo, es un espléndido motivo para un experimento de lectura escénica cuya verificación sucederá en la mente del oyente”.



Concitar la reunión en el aquí y ahora del público dispuesto a viajar por el recorrido imaginario que suscitan en él las voces de los actores, a veces solistas y en ocasiones corales, acompañadas por una sonorización y una musicalización que le proponga colosales imágenes que solo pueden tener lugar en la imaginación profunda del horror infernal o del propio infierno nacional, es parte de lo que propone esta lectura viva.



La necesidad de llevar a cabo un trabajo como el presente, a casi 30 años de distancia de haber sido escrito, obedece, como afirmó el director, a que vivimos un infierno cotidiano que debe irrumpir en una visión poética capaz de cuestionarlo. Urge un reclamo cabal a los fundamentos de nuestra esperanza porque, como lo define Dante, el infierno es ante todo el lugar y el momento en que se pierde la esperanza.



La razón por la que Sor Juana Inés de la Cruz es uno de los personajes de El infierno concebido por Leñero se desprende, señaló De Tavira, a que el detonador del poema dantesco “es la crisis actual, la devastación circundante, el horizonte sin camino, y es en ese abismo donde aparece el luminoso referente del poeta genealógico, el fundador de la entidad espiritual de una lengua, de una nación. Entonces aparece Virgilio en la trasposición de esa situación. Al aplicarla a México no es Virgilio el que puede aparecer, sino Sor Juana, el referente original de nuestra identidad poética.



“Por momentos, el viajero sucumbe a la tentación de protestar por los criterios del juicio y entonces Sor Juana, con su implacable lucidez, relativiza y refiere a la cultura porque se trata de una fe histórica más que de un dogma metafísico. Todo es representación, sin esa fe no habría Divina Comedia, aun cuando en muchas ocasiones lo que ese catolicismo representa se oponga tantas veces al texto del evangelio.



“En el momento de su escritura, el país vivía las consecuencias de dos sacudimientos: el terremoto de 1985 y la controversia electoral de 1988. Pronto vendría el levantamiento de los zapatistas, la crisis de los migrantes y la guerra del narcotráfico, factores que agravan la perspectiva que consiguió ese texto”.



Para el director artístico de la Compañía Nacional de Teatro, esta obra de Leñero, que hasta ahora se había conservado en el interior de un libro, mantiene la visión crítica del original de Dante que somete a juicio final las últimas consecuencias de los errores y las faltas éticas. A su vez, Dante adecuó la teología del pecado católico a la categorización de la ética aristotélica. En el fondo, el poema es un reclamo ante la falta de ética que ha producido el sufrimiento de una nación. Por eso allí penan su culpa eterna los gobernantes que abusaron del poder, los obispos que especularon con lo sagrado, los avaros, los ladrones sistemáticos que han provocado la ruina del país, los tiranos, los violentos y los desmesurados que se abandonaron al impulso ciego de sus pasiones. La pregunta sería quién no está allí. A esa luz todos resultamos responsables de lo que sucede.



Con relación a los dioses prehispánicos de El infierno, el director afirmó: “El cristal de Dante es el mismo de Leñero: el de la fe católica, y desde allí se desentraña el sincretismo de las divinidades prehispánicas que aquí son el brazo ejecutor de un mismo Dios”.



Así como Dante en su Infierno encontró en su camino a los personajes de su tradición e historia, Vicente Leñero, en su paráfrasis, mexicanizó el poema clásico y halló en su recorrido hacia el Mictlán prehispánico, bajo la guía de Sor Juana Inés de la Cruz, a políticos, artistas, estrellas, militares, obispos y empresarios, personajes de la historia nacional fallecidos antes de 1989; almas de quienes cometieron el pecado de usura, traición, lujuria; ocupantes del lugar que corresponde a las categorías que Aristóteles condena en su ética. Se trata en realidad de un viaje por la topografía devastada de un país dolido: nuestra tierra tan largamente lastimada.



Participan Farnesio de Bernal, Julieta Egurrola, Rosenda Monteros, Angelina Peláez, Luisa Huertas, Juan Carlos Remolina, Erika de la Llave, Roberto Soto y Patricia Madrid, actores del elenco estable de la Compañía Nacional de Teatro, así como el actor invitado David Lynn.



El infierno de Vicente Leñero, lectura a once voces, cuenta con dirección de Luis de Tavira; espacio escénico, iluminación y video de Kay Pérez; diseño de vestuario de Marina Meza, y diseño sonoro y dirección coral de Alberto Rosas.



La temporada comprende del 30 de junio al 23 de julio, con funciones de lunes a jueves a las 20:00 horas en el Teatro El Granero, Xavier Rojas del Centro Cultural del Bosque. Entrada general: 150 pesos. Jueves al Teatro: 30 pesos. Gente de Teatro: 45 pesos. 50 por ciento de descuento con credencial de maestro, estudiante e INAPAM vigente. Informes: publicos.cnteatro@inba.gob.mx





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