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homenaje 2015-03-12 18:05

Realizan en Bellas Artes homenaje a Edmundo Valades, el gran promotor del cuento



En el Centenario de su Natalicio



Realizan en Bellas Artes homenaje a Edmundo Valadés, el gran promotor del cuento



Los escritores Beatriz Espejo, Guillermo Samperio y Juan Ascencio evocaron la figura del cuentista sonorense



· Su revista El Cuento fue, según Samperio, “la nave que atravesó los mares de la literatura en México y América Latina”



Una evocación vestida de homenaje se realizó en honor del escritor Edmundo Valadés (Guaymas, Sonora, 22 de febrero, 1915 – Ciudad de México, 30 de noviembre, 1994), autor de cuentos clásicos como La muerte tiene permiso, además de promotor de dicho género en México y América Latina, con su revista El Cuento.



El escritor Guillermo Samperio destacó que dicha revista “fue la nave que atravesó los mares de la literatura en México y América Latina”, con la que promovió la lectura del cuento y a partir de la cual, surgieron varios cultivadores de ese género.



En una velada literaria realizada en el Palacio de Bellas Artes, el autor se confesó fiel seguidor de la revista, desde que la conoció de adolescente y la leyó incluso cuando ya no la hacía Edmundo Valadés. Fue la gran aventura del sonorense que, dijo, gestó en su momento, a un buen número de autores.



Y es que, señaló, “yo escribí novela, pero después de cuatro libros de cuentos, por lo que esa revista es el gran tesoro que nos entregó no sólo a los escritores, sino también a los lectores”.



Precisó que “no habría tanta microficción en México, si él no hubiera metido sus microficciones en la revista”, por lo que aseguró que Edmundo Valadés, escritor y promotor de la literatura, tiene un lugar permanente en su corazón, ya que dijo, el maestro tenía tal sencillez que se hacía amigo de personas de 10 años, a quienes trataba de tú a tú.



Por su parte, la también cuentista Beatriz Espejo apuntó que el interés de Edmundo Valadés eran los textos de factura breve y concisa y que en la revista El Cuento, que ya es objeto de admiración y culto, incluía relatos cuya única condición era su calidad.



En cuanto a su obra, dijo, “su medio era la prosa y con ella se manifestó sin descanso” y en sus textos mantiene la tensión, hasta desembocar en el clímax, con finales punzantes como chispazos o abiertos para el lector.



Además, lo recordó como “un narrador, promotor y crítico literario que se preocupaba por la agilidad de lo contado, sin dejar de ahondar en los diferentes temas tratados y en la factura de cada escrito, hay eso sí, una especie de violencia contenida deliberadamente y un deseo de poner el dedo en la llaga de los problemas sociales, con lo cual logra una serie de atmósferas por lo regular impactantes. Autor de voz propia, sólo hablaba de lo que le tocaba grandemente”.



Por su parte, el escritor Juan Ascencio, quien fue editor de la revista El Cuento durante 14 años, relató la historia de la publicación y contó anécdotas, como el hecho de que tenía pocos suscriptores o de que en un inicio, Edmundo Valadés obtuvo un capital de mil pesos para lograr la publicación.



Destacó que había cuentos del propio Edmundo Valadés de sólo dos líneas y recordó que hasta Juan Rulfo decía de él que “a este hombre, los cuentistas mexicanos le debemos lo que somos, si es que somos algo”.



Finalmente, Luis Bernardo Pérez, quien fungió como moderador, señaló que Valadés fue un ejemplar sonorense, narrador, crítico, ensayista y maestro que, con su propia obra y la difusión de obras ajenas, dejó una huella profunda en la formación de narradores y que “ojalá y lo sigamos leyendo”.



AGB

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