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Noticias 2024-01-17 13:53

Destacan en la SAPS el legado artístico y político de David Alfaro Siqueiros

Destacan en la SAPS el legado artístico y político de David Alfaro Siqueiros



· El especialista del Cenidiap, Alberto Híjar, compartió diversos momentos de su vida al lado del muralista mexicano, en el marco de del 50 aniversario luctuoso



Con la charla El legado artístico y político de David Alfaro Siqueiros, a cargo del investigador Alberto Híjar, iniciaron las actividades conmemorativas por el 50 aniversario luctuoso del muralista en la Sala de Arte Pública Siqueiros (SAPS).



Organizada por la Secretaría de Cultura del Gobierno de México y el Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (Inbal), la charla se llevó a cabo el martes por la tarde-noche en la SAPS, recinto de la Red de Museos del Inbal, donde se reunió un numeroso público interesado en la obra y pensamiento de quien fuera llamado El Coronelazo.



Alberto Híjar Serrano, especialista del Centro Nacional de Investigación, Documentación e Información de Artes Plásticas (Cenidiap) del Inbal, ha sido protagonista, junto con el muralista, de momentos históricos de la vida del país y ha dedicado mucho tiempo a la difusión de la obra e ideología del artista homenajeado, “de tal forma que muchos de los que nos dedicamos a la historia del arte nos declaramos también hijarianos”, dijo el director de la SAPS, Willy Kautz, al presentar al investigador.



En su charla, Alberto Híjar Serrano recordó diversos momentos de su vida al lado de Siqueiros. “Andaba en busca del movimiento obrero y llego a Buenavista y me encuentro un gran mitin de ferrocarrileros con un hombre que se llamaba Demetrio Vallejo. Y de repente, aparece un hombre de cabellera ensortijada y mirada altiva caminando como si fuera a entrar en escena.



“Y se arranca David Alfaro Siqueiros con un discurso y me quedo pasmado de por vida. Dije: no puede ser, esto es lo que soñaba, es decir, trabajadores de la cultura insurgente que lo mismo son capaces de pintar un mural, hacer un cartel, enfrentarse a la policía y huir, porque son perseguidos y pueden ser encarcelados.



“Esa imagen modificó sustancialmente mi vida de estudiante de filosofía que se aburría soberanamente con discursos estéticos. A partir de ahí busqué la relación con Siqueiros y me lo encontré en un coloquio sobre el conflicto chino-soviético, junto con otros pensadores y artistas que me arroparon y me invitaron a sus talleres. Así entablé una larga relación que implicó saber más en media hora de charla que en un curso de doctorado en la facultad”.



Refirió que Siqueiros desde su arranque en la vida se formó en la lucha insurgente y tomó parte en muchos momentos históricos que han dejado profunda huella, tanto en el territorio mexicano como en el extranjero, como cuando participó en las brigadas Internacionalistas en la defensa de la República Española.



En México, a la par de su carrera como creador artístico, se sumó al ejército revolucionario y siempre fue un militar, vistiendo el uniforme, baldón que lo perseguiría toda su vida hasta el movimiento del 68 cuando fue acusado de ser parte de un Estado opresor. Sin embargo, fue miembro del Ejército mexicano, pero del lado de las luchas insurgentes y de las luchas populares internacionalistas, dijo Alberto Híjar.



El especialista recordó, asimismo, los numerosos murales que Siqueiros realizó en su trayectoria y las aportaciones que hizo a las luchas populares, como la creación de un sindicato de artistas y la publicación del periódico El Machete, desde el cual —subrayó Híjar— ayudó a la difusión de las ideas revolucionarias dentro del arte y a la investigación de los recursos técnicos para elaborar una obra de arte, un mural.



Influido por un minero de nombre Macario Huízar, Siqueiros asumió en su labor una poética, una vía amorosa, sentimental, “que construimos los que andamos en las luchas populares y que se concreta en lo que se llamó ‘marxismo transformado’, que nace del saber y los sentimientos de todo lo que vamos construyendo en la lucha, donde aprendemos todo lo que tenemos que hacer”, expresó.



Destacó el investigador que Siqueiros abrevó de diversas personalidades, como el ingeniero y arquitecto Luis Arenal, de quien aprendió recursos técnicos para preparar un mural y lo llevó a decir que “los andamios también hacen arte”, y Angélica Arenal, con quien se casó y compartió su vida posteriormente.



En la SAPS, el especialista enfatizó que en vida Siqueiros sufrió la persecución del Estado, no obstante, sus relaciones con personajes importantes de la política y del arte, como una discusión que tuvo con otros artistas, como Diego Rivera, y con los que posteriormente fueron identificados como la Generación de la Ruptura al expresar su frase: No hay más ruta que la nuestra.



Al respecto, Alberto Híjar precisó: Esa ruta se refería a la vía por la que todos podrían transitar como cada quien quisiera, orientada por la unidad entre las luchas populares y los procesos de significación y las técnicas necesarias; en la que podrían participar cualquier disciplina, cualquier descubrimiento personal. Sin embargo —dijo— se le criticó, inclusive a nivel internacional.



Señaló que en el libro Mi respuesta, Siqueiros respondió “a los que lo llenaron de insultos” cuando sufrió la cárcel de 1960 a 1964: “Nunca fue mi caso que la teoría precedió a la práctica. Es la práctica, en este caso concreto de la pintura, lo que hace en mí que sea posible la teoría. Desde luego, mediante un proceso ininterrumpido se descubre la teoría en lo que se está haciendo y en cierto modo se anticipa esa teoría para lo que viene orgánicamente después”.



Destacó finalmente que la derrota de la República española, “en la que participó Siqueiros como buen comunista hasta que fuimos derrotados”, ese triunfo pudo haber sido un triunfo para todos.

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