Llama la Tribu Yaqui a defender los recursos naturales al cerrar la II Fiesta de las Culturas Indígenas en el Zócalo

· Tomás Rojo, vocero del grupo de Sonora, Invitado de Honor junto con Bolivia a este segundo encuentro multicultural, convocó a todos los pueblos originarios del país a interponer un amparo contra la iniciativa de Ley General de Aguas

· La cultura indígena es una cultura viva, que no sólo nos recuerda lo que sucede en algunos territorios rurales, sino que habita en esta ciudad y la enriquece con su voz, y que quizá también es la voz de nuestro futuro, reconoció Eduardo Vázquez

Desde el Zócalo capitalino, durante la II Fiesta de las Culturas Indígenas, Pueblos y Barrios Originarios de la Ciudad de México, Tomás Rojo, vocero de la Tribu Yaqui, convocó a todos los pueblos originarios del país a interponer un amparo ante la nueva iniciativa de la Ley General de Aguas —que podría abrir paso a la privatización del líquido— y continuar la organización “para defender el patrimonio y los recursos naturales del país”.

La tarde de este domingo, en el escenario principal del encuentro organizado por el Gobierno de la Ciudad de México a través de las Secretarías de Cultura de la Ciudad de México, de Desarrollo Rural y Equidad para las Comunidades, de Educación, entre otras instancias, el vocero del Pueblo Yaqui cerró esta Fiesta con un posicionamiento ante la amenaza que se da desde diversos intereses sobre el territorio y los recursos de los pueblos indígenas.

Previamente, Eduardo Vázquez Martín, Secretario de Cultura de la Ciudad de México, dio pie a la participación del vocero yaqui al clausurar la segunda edición de la Fiesta de las Culturas Indígenas, Pueblos y Barrios Originarios de la Ciudad de México.

En estos días, señaló Vázquez Martín, ha habido cientos de conversaciones y muestras del gran arte de estos grupos, exposiciones pero, sobre todo, convivencia, diálogo, encuentro, “el placer de reconocernos como una ciudad y un país diverso, con una potentísima cultura popular de origen ancestral”.

Pero también, agregó el Secretario de Cultura, es necesario reconocer que esta cultura no es un hecho arqueológico, no es algo del pasado que atesoramos y valoramos.

“Es una cultura viva, que no sólo nos recuerda lo que sucede en algunos territorios rurales, sino que habita en esta ciudad y la enriquece con su voz, y que quizá también es la voz de nuestro futuro. Sólo con la incorporación y participación de todos, sólo reconociéndonos como lo que somos, una ciudad plural, viviremos en armonía y encontraremos la paz”, apuntó.

Entonces el Secretario de Cultura invitó a Tomás Rojo a tomar la palabra. “Para nosotros”, dijo de entrada el vocero yaqui, “fue muy importante venir a visitarlos aquí, venir como resultado de una invitación y un reconocimiento que nos da la Ciudad de México, a través de su gobierno”.

La mayoría de las expresiones que se realizaron en el Zócalo, añadió, en el arte, la danza, la pintura, o el diálogo, no se podría concebir “si nosotros no tuviéramos esa estrecha relación con la madre naturaleza. Esa unión indisoluble de los pueblos originarios con la madre naturaleza, es lo que le da sentido, orientación e imagen a lo que aquí se ha mostrado: desde un alimento y una artesanía hasta una conversación”.

“Sin embargo”, advirtió “estas raíces y esa estrecha relación con la madre naturaleza, hoy están amenazadas. No es gratuito que alrededor del 60 por ciento de los recursos naturales del país aún estén en propiedad social en ejidos, comunidades indígenas y pueblos. Están ahí porque los hemos sabido cuidar. Curiosamente, estos pueblos son también los más pobres de México y hay quien se pregunta por qué están pobres si tienen tanta tierra y tanta agua. Esto es, porque para nosotros el objetivo no es acabar con esta riqueza; tal vez, quienes se han acabado el otro 40 por ciento han obtenido dinero pero han dejado desoladas grandes regiones”.

Hoy, aseguró Tomás Rojo, apuntan muchos intereses hacia esa propiedad social de las comunidades, ejidos y pueblos originarios. “Nosotros no lo vamos a permitir. Los yaquis tenemos dos mil 500 años viviendo en nuestra tierra y lo volvemos a decir: ni la llegada de la pólvora con los europeos, ni lo que trató de hacer el nefasto Porfirio Díaz al querer exterminarnos, pudieron acabar con nosotros”.

Pero hoy, expresó, “tenemos ese gran reto: seguir viviendo y luchando por el agua; porque si nos quitan el agua, entonces tal vez sí se consume lo que han perseguido varios intereses a lo largo del tiempo. Por eso, nuestro compromiso no sólo es luchar o manifestar nuestra inconformidad. Tenemos que hacer algo concreto. El agua es un derecho de todos los mexicanos. Por eso, convocamos a todos los pueblos originarios de México a interponer un amparo ante la nueva iniciativa de la Ley de Aguas y continuar organizándonos para defender el patrimonio de los pueblos originarios y los recursos naturales del país”.

Como acto final de esta Fiesta de las Culturas Indígenas, el Pueblo Yaqui compartió con los asistentes en el Zócalo la Danza del Venado, unos de sus rituales más tradicionales. Los danzantes explicaron que este baile es un símbolo de la Tribu Yaqui, que representa la conexión con los astros y la naturaleza. El venado, indicaron, significa el espíritu de lucha del pueblo que florece a las orillas del Río Yaqui.

La lucha por los recursos forestales e hídricos

La tarde de este domingo, Eduardo Vázquez Martín fungió como moderador en la charla de La lucha por los recursos forestales e hídricos, realizada como parte de la II Feria de las Culturas indígenas, Pueblos y Barrios Originarios, en la que participaron miembros de la Tribu Yaqui, así como representantes comunales de Milpa Alta.

En esta reunión, Estanislao García Olivo y Francisco Pastrana, representantes de Bienes Comunales de Milpa Alta, plantearon que los gobiernos tanto federales como locales han vendido los recursos naturales del país a empresas transnacionales y principalmente recursos de los pueblos indígenas, por lo que, señalaron, se deben buscar acuerdos con el Gobierno del Distrito Federal para buscar equidad y justicia.



En tanto, Fernando Jiménez, de la Tribu Yaqui, habló de la lucha en contra de la construcción del acueducto Independencia en Sonora, la cual, dijo, dio comienzo por no tomar en cuenta a los pueblos yaquis, como pueblos originales. Afirmó que la lucha no va a parar hasta tener resultados para la Tribu Yaqui”.



Por su parte, Eduardo Vázquez Martín comentó que es necesario que haya “espacios como éste, donde se escuchen las opiniones críticas e informadas”, y consideró como una buena coincidencia que este acto haya coincidido con la liberación del líder yaqui Fernando Jiménez.



Pasatono Orquesta

Uno de los últimos espectáculos de la Fiesta de las Culturas Indígenas fue la presentación de la Pasatono Orquesta en el escenario principal de este encuentro. Bajo una ligera lluvia que el público aguantó a pie firme, esta original agrupación que recupera diversas tradiciones mixtecas ofreció un concierto en el que no faltaron los legendarios maromeros mixtecos.

Con todo y trapecio en el escenario, y con equilibristas y maromeros junto a la banda, la Pasatono Orquesta cerró su concierto con sus dos temas más conocidos: la Obertura maromera y El maromero, verdaderos himnos de la agrupación que fueron muy ovacionados por los presentes.

Pasatono ha sido una agrupación interesada y dedicada a la investigación, ejecución, composición y difusión de la cultura musical de la Mixteca. Tras una gran travesía por años tanto en Guerrero, Puebla, Oaxaca y la comunidad trasnacional mixteca, Pasatono se ha nutrido de los custodios de la música del pueblo de las nubes, verdaderos “tesoros vivientes”: lauderos, bajistas, banjistas, violinistas, compositores, entre otros, poseedores de un gran conocimiento de su cultura musical.

Con la Tribu Yaqui y el país de Bolivia como invitados, el Gobierno de la Ciudad realizó del 27 al 30 de agosto en el Zócalo capitalino la II Fiesta de las Culturas Indígenas, Pueblos y Barrios Originarios de la Ciudad de México, en el marco del Día Internacional de los Pueblos Indígenas del Mundo —que se conmemora el 9 de agosto—, y como parte de su política cultural dirigida a indígenas urbanos.

En esta segunda edición, el evento fue organizado por dependencias locales como la Secretaría de Cultura, la Secretaría de Desarrollo Rural y Equidad para las Comunidades, la Secretaría de Educación, el Consejo para la Prevención y Eliminación de la Discriminación de la Ciudad de México, el Fondo Mixto de Promoción Turística del Distrito Federal, así como el Consejo de Pueblo y Barrios Originarios del Distrito Federal .

También participan instancias como la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas, el Instituto Nacional de Lenguas Indígenas, la Universidad Nacional Autónoma de México a través del Programa Universitario de Estudios de la Diversidad Cultural y la Interculturalidad, la Dirección General de Culturas Populares y el Consejo Nacional para la Cultura y la Artes (Conaculta).

Por lo que se refiere a los grupos indígenas, participaron: amuzgo, awakateko, huasteco, huichol, maya, kiché, mazahua, mazateco, mixe, mixteco, náhuatl, otomí, purépecha, tepehua, totonaca, triqui, tzeltal, tzotzil, zapoteco, tlapaneco, además del yaqui; así como Pueblos y Barrios Originarios de la Ciudad de México. Además, estarán los grupos indígenas bolivianos aymara y quechua.