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Museos 2015-10-21 11:38

Los codices de fray Bernardino de Sahagun quedaron inscritos como Memoria del Mundo por la UNESCO

Ceremonia realizada en el Museo Nacional de Antropología

Los códices de fray Bernardino de Sahagún quedaron inscritos como Memoria del Mundo por la UNESCO

ï‚· El Matritense y el Florentino fueron reconocidos como

fuentes históricas del México antiguo

ï‚· México tiene registradas 12 obras, por lo que es el país con

más patrimonio documental reconocido en América Latina



La obra de fray Bernardino de Sahagún, integrada por el Códice

Matritense y el Códice Florentino, quedó formalmente inscrita en el

Registro Internacional del Programa Memoria del Mundo de la

Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y

la Cultura (UNESCO).

La directora general del Instituto Nacional de Antropología e

Historia (INAH), Teresa Franco, destacó que ahora México tiene

registradas 12 obras ante ese organismo internacional, por lo cual es

el país con más patrimonio documental reconocido en América Latina

y el sexto lugar en el mundo.

En ceremonia realizada en el Museo Nacional de Antropología,

celebró este nuevo reconocimiento por parte de la UNESCO que, dijo,

es un estímulo de gran relevancia para continuar con la preservación,

salvaguarda y un mayor conocimiento de los documentos más

antiguos, elaborados por lo que se podría denominar primeros

mexicanos que dan cuenta de la hondura de nuestra historia.

Ante la representante de la UNESCO en México, Nuria Sanz, la

directora del INAH señaló la trascendente labor de fray Bernardino de

Sahagún (1499-1590) para el saber antiguo de las sociedades

indígenas que, con el registro como Memoria del Mundo, estará en las mejores condiciones posibles de conservación y seguridad, a

disposición de los pueblos.

Por su parte, Miguel León-Portilla, miembro de El Colegio

Nacional e Investigador Emérito de la UNAM, recordó que fray

Bernardino de Sahagún dedicó casi 60 años de su vida a conocer e

investigar a los pueblos indígenas, pues aprendió náhuatl y se interesó

tanto por esta cultura que incluso el fraile franciscano llegó a

“nahuatlizarse”.

Indicó que De Sahagún es el iniciador de la antropología en el

Nuevo Mundo, donde creó el método de conocer al otro. Fue un sabio

extraordinario que recopiló testimonios de la antigua palabra y ahora

es considerado el padre de la literatura náhuatl.

“Nos dejó una herencia riquísima, ¡alegrémonos!” y es que,

aseguró, su obra es de interés mundial, porque “revela una cultura que

floreció en aislamiento y para un europeo o para un chino es

interesante ver como una alta cultura, que tuvo ciudades, que tuvo

escritura y tuvo paradójicamente sacrificios humanos, no lo niego, pero

también lo tuvieron los romanos, los egipcios y muchos pueblos,

entonces este pueblo admirable, este pueblo notable, nos dejó todo

eso y se hubiese perdido si no se hubiese rescatado. La memoria del

mundo se ha enriquecido”.

La obra de fray Bernardino de Sahagún constituye una de las

fuentes históricas más reconocidas del México antiguo, fundamental

para el conocimiento de la historia de la cultura náhuatl, pues se trata

de uno de los trabajos etnográficos e históricos más completos sobre

el pasado prehispánico.

Su obra contiene el Códice Matritense, documento que es

producto de la investigación etnográfica en la Nueva España de

mediados del siglo XVI y el Códice Florentino, un manuscrito en dos

columnas con textos en náhuatl y español.

La candidatura para que estas obras quedaran inscritas en el

Programa Memoria del Mundo fue impulsada por el gobierno de

México y respaldada por los repositorios europeos donde se encuentran ambos documentos: la Real Biblioteca de Madrid y la Real

Academia de la Historia, en España, y en la Biblioteca Medicea

Laurenciana en Florencia, Italia.

En la reunión del Comité Consultivo Internacional de Memoria

del Mundo, realizada del 4 al 6 de octubre en Abu Dhabi, Emiratos

Árabes Unidos, se aprobó el registro de estos códices por tratarse de

un tesoro lingüístico, su carácter antropológico, ser un método de

investigación de la cultura náhuatl, dar referencia de las épocas

prehispánica y colonial, y permitir el conocimiento del México antiguo.

Finalmente, Benito Mirón López, director general de Relaciones

Internacionales de la Secretaría de Educación Pública, destacó que la

preservación, conservación y difusión del patrimonio documental

reviste particular interés, ya que es fundamental para la supervivencia

y el desarrollo de la humanidad.

“El programa Memoria del Mundo de la UNESCO ha procurado

preservar el patrimonio documental de valor universal para la

humanidad”, lo cual, dijo, es “un poco similar a lo que hizo fray

Bernardino de Sahagún, quien más allá de realizar la tarea

encomendada se dio cuenta del valor histórico que le supondrían los

conocimientos de aquellos indígenas con quienes compartió la lengua,

sus experiencias y que decidió rescatarlas para que algún día nos

sirvieran”.

Es gracias al esfuerzo plasmado en el trabajo de este fraile que,

apuntó, “hoy tenemos una visión de la cultura náhuatl, debemos

reconocer que sin él la medicina, la lengua y otros tantos

conocimientos del México prehispánico hubiesen sido condenados

irremediablemente al olvido”.

Cabe señalar que Memoria del Mundo es un programa de la

UNESCO creado en 1992, destinado a salvaguardar el patrimonio

documental, como libros, archivos y materiales audiovisuales de valor

universal para la humanidad.

El Registro Memoria del Mundo incluye 348 documentos

procedentes de todos los continentes y en diversos materiales, como piedra, celuloide, pergamino y grabaciones sonoras, y ahora

contempla los dos códices de fray Bernardino de Sahagún.

AGB

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