El maestro José Areán dirigirá sus último conciertos como batuta titular de la ofcm el 6 y 7 de febrero en la Sala Silvestre Revueltas del Centro Cultural Ollin Yoliztli
En junio de 2015, Areán anunció su separación y durante seis meses participó en un proceso de transición inédito, en el que por primera vez los músicos de una orquesta eligieron mediante voto secreto una terna, de la cual se nombrará al nuevo Director Artístico
A lo largo de su labor artística en la Filarmónica, impulsó el repertorio de más de una treintena de compositores mexicanos contemporáneos, conmemoró los 30 años del sismo en Tlatelolco con el tenor Plácido Domingo y el Año Dual México-Reino Unido
Bajo su dirección, se rompieron barreras musicales al presentar conciertos poco típicos para una orquesta, con actuaciones como la de Nortec en el Zócalo de la Ciudad de México o la del guitarrista Alejandro Marcovich, quien estrenó como solista la pieza Nocturno eléctrico
Luego de estar al frente de la Orquesta Filarmónica de la Ciudad de México (ofcm) por casi cinco años (un poco menos de dos como director huésped principal y tres ya como su Director Artístico), el maestro José Areán terminará su ciclo al frente de la agrupación el próximo 7 de febrero cuando dirija su último concierto en la Sala Silvestre Revueltas del Centro Cultural Ollin Yoliztli, dejándole una enorme herencia artística y laboral.
En junio de 2015, el director artístico anunció su separación de la Filarmónica tras considerar que era tiempo de abrirle la puerta a la renovación, con el fin de que la agrupación, perteneciente a la Secretaría de Cultura de la Ciudad de México (sscdmx), resultara fortalecida hasta alcanzar un proceso de transición ordenada donde los músicos pudieran elegir al nuevo director artístico.
“Cuando entré a la Orquesta fui nombrado –en enero de 2013– con las bases de operación actuales y en ellas se expresa que quien nombra al director artístico es el Secretario de Cultura. Esto, obviamente, no es adecuado. Esas bases de operación hay que cambiarlas, mejorarlas, abrirlas, para darle voz a la Orquesta”, expresó en entrevista al final de uno de sus últimos ensayos con la ofcm.
Sucesión ejemplar
Para José Areán, quien en 2011 fue nombrado director huésped principal de la Filarmónica, y ya en 2013 como Director Artístico, la voz de los músicos la escuchó el Secretario de Cultura capitalino, Eduardo Vázquez Martín, y en diciembre del año pasado los integrantes de la orquesta eligieron mediante el voto secreto una terna, conformada por el norteamericano Scott Yoo, el serbio Srba Dinic y el mexicano Enrique Barrios, de donde saldrá electo el nuevo Director Artístico.
“Esto es ejemplar, es único y es inédito. Llama la atención que en el extranjero sea normal que el director de una gran orquesta, por ejemplo de la Filarmónica de Berlín, anuncie que dentro de dos años acaba su contrato y ya no lo va a renovar porque se va a Londres. Entonces se inicia un proceso de dos años de auscultación para determinar quién será el sucesor. Si se hace allá con dos años, por qué no podemos hacerlo acá también, como lo hicimos, con seis o siete meses de antelación”, comentó.
De acuerdo con José Areán, esta nueva forma de elegir al director artístico de la ofcm le da mayor legitimidad al proceso y espera que su sucesor, quien tendrá un contrato por tres años de acuerdo con las bases de operación actuales, tenga la oportunidad de reelegirse, así como que otras orquestas consideren la posibilidad de aplicar este proyecto que sienta precedente en nuestro país.
“Es un gran orgullo cómo dejo a la Filarmónica. Aparte de resolver ciertos problemas específicos, trabajamos juntos con la Orquesta y con las autoridades para lograr una sucesión ordenada, anunciada, transparente y participativa, y esto es una herencia”, agregó.
Proyectos destacados
Durante los años que fungió como Director Artístico de la Orquesta Filarmónica, el Maestro Areán ofreció una enorme variedad de programas para conmemorar natalicios y fechas emblemáticas, impulsó el repertorio de más de una treintena de compositores mexicanos contemporáneos e invitó a cerca de 40 directores huésped de talla internacional, así como a 95 solistas, entre instrumentistas y cantantes de ópera.
“Desde el inicio nos propusimos ser claros en cuanto al razonamiento que hay detrás de la programación con una serie de ejes temáticos, por un lado, mirar hacia aquellos compositores que celebraban algunos centenarios y, por otro, estar al pendiente de la creación nacional, increíblemente variada y rica”, señaló.
Debido a que, en palabras del maestro Areán, en el escenario internacional México “destaca por sus compositores contemporáneos y sus cantantes de ópera”, trató de que en la Filarmónica se reflejara esta situación, además de ofrecerles la oportunidad a jóvenes cantantes.
“Algunos de nuestros compositores viven en el extranjero en una diáspora que además tiene un impacto local y que son parte del panorama musical europeo o americano; entonces, sería un error no atesorar la creación de estos autores que se cuentan por decenas. Por fortuna, nunca tuvimos que hacer una concesión de calidad y eso es lo maravilloso”, indicó.
Sobre los cantantes de ópera, el director artístico señaló que no sólo convocó a figuras consolidadas, como Maria Katzarava, sino también les dio espacio a jóvenes cantantes mexicanos. “Hicimos cosas, por ejemplo, con el taller de ópera de Bellas Artes, con jóvenes de entre 22 y 30 años de edad que se presentaron aquí en varias ocasiones”, relató.
Por otra parte, varios integrantes de la Filarmónica actuaron como solistas. “Estoy convencido de que lo importante de una orquesta son sus músicos, es su principal activo. Muchos de ellos están en condiciones de ser solistas de primer orden, además reciben invitaciones de otras orquestas y es un poco contradictorio que la propia agrupación no reconozca ese enorme talento”, argumentó.
Entre los artistas que se presentaron está César Martínez Bourguet, quien dio un concierto para violonchelo del uruguayo Miguel del Águila. “Tuvimos flautistas, violistas, una variedad amplia y me da mucho gusto que haya sido así; ojalá que se mantenga esta disposición de los compañeros”, añadió.
Sobre los conciertos más emotivos, José Areán recordó el que dirigió Plácido Domingo en septiembre de 2015 en Tlatelolco para conmemorar los 30 años de los sismos de 1985 que devastaron la Ciudad de México: “Fue conmovedor ese momento por muchas razones, porque hasta la lluvia nos perdonó; de lo que parecía que iba a ser una tormenta, se abrió el cielo y de repente ahí estaban 4 mil personas para hablarles de una tragedia tremenda en la cual el propio maestro Plácido había perdido familiares cercanos, pero además el sismo inicia una nueva etapa en la Ciudad de México, aquello que Eduardo Vázquez le ha gustado llamar ‘el espíritu del ‘85’ y tiene que ver con esa solidaridad increíble”, comentó.
Acerca de los conciertos en los espacios públicos, José Areán reconoció que por su naturaleza la orquesta los realizaba desde antes de su llegada, pero destacó que durante su dirección acudieron a zonas lejanas de la capital donde las notas de la Filarmónica nunca se habían escuchado.
“Somos una orquesta de la ciudad y salir a tocar a las delegaciones no es algo que haya inventado, pero sí ampliamos un poco los espacios. Por primera vez fuimos a Milpa Alta, Tláhuac e Iztapalapa y reiniciamos una relación que se había interrumpido con Chapultepec, con este pulmón increíble, ese parque increíble de la ciudad donde todos somos iguales, donde se borran clases sociales”, apuntó.
En entrevista, el director artístico consideró que el espacio público determina de forma importante cómo el arte puede lograr unión y de alguna manera impacta de manera positiva en las personas.
“Estando en Milpa Alta una persona se acercó a decirme que el fin de semana anterior nos había visto en su delegación, Tláhuac, y como le gustó muchísimo el concierto nos siguió. Que una persona haga eso por ti y por ella misma, para darse el gusto de disfrutar esa experiencia, y que la Filarmónica sea un espejo de eso, es una satisfacción”, añadió.
Durante su estancia como director también incorporó a la programación fechas como la conmemoración de las víctimas del Holocausto, y en el 2014, por ejemplo, dedicó conciertos para celebrar los 450 años del natalicio de William Shakespeare, el 150 aniversario del natalicio de Richard Strauss y los 300 años del natalicio de Christoph Willibald Gluck.
Programa ecléctico
De personalidad musical ecléctica, José Areán impulsó conciertos poco típicos para una orquesta, como el que realizó en 2014 con Nortec en el Zócalo de la Ciudad de México o en el 2015 con el compositor británico Michael Nyman, en el marco del Año Dual México-Reino Unido, acercándose a un público joven.
“Durante toda mi formación y a lo largo de mi carrera he sido alguien muy ecléctico, con una serie de influencias diversas que van desde el jazz y el rock hasta la música contemporánea, clásica y también he sido una persona de muchos intereses, me gusta el cine, adoro la literatura, el teatro y la ópera”, señaló.
Entre las actuaciones de la Filarmónica con artistas de otros géneros, en el 2015 rompió las barreras musicales con la presentación como solista del guitarrista Alejandro Marcovich, quien estrenó mundialmente la pieza Nocturno eléctrico, concierto para guitarra eléctrica del joven compositor mexicano Antonio Juan-Marcos.
“Cada director artístico expresa con la programación una personalidad, pero no creo que se convierta en parte integral de un grupo tan diverso y complejo como lo es una orquesta. En el caso de la Filarmónica, de entre todas las orquestas de la ciudad, se ha caracterizado por su gran apertura en cuanto a géneros y ha acompañado a decenas de artistas, tanto de la farándula como del jazz o rock”, consideró.
De la batuta a resolver condiciones laborales
En su paso por la Orquesta Filarmónica de la Ciudad de México, el maestro José Areán cosechó otros triunfos fuera del podio, entre ellos, mejorar las condiciones laborales de los integrantes de la agrupación.
“Entré a la Filarmónica después de un periodo de 10 años de inestabilidad y lo primero que tenía que hacer era darle forma y estabilidad a los conciertos, pero también tenía que entrarle a otras cuestiones. Afortunadamente, encontramos en la actual administración del Secretario de Cultura, Eduardo Vázquez, un eco sensacional, una comprensión muy clara de que muchos de los reclamos de los músicos eran reales y debían atenderse”, señaló.
A cinco meses de la toma de posesión del titular de la sscdmx, en enero de 2014, el reconocido director de la Filarmónica subrayó que lograron la compactación de los sueldos de los músicos garantizando una mejor cotización ante el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (issste).
“Los músicos habían buscado desde hacía algún tiempo tener una mejor cotización al issste para poder jubilarse, estamos hablando de una orquesta que se está volviendo mayor y muchas personas quieren y necesitan jubilarse, pero no podían hacerlo simplemente por la opción económica. Se logró la compactación y esto habla de una voluntad política y de mi rol como portavoz, también”, expresó.
Tras dejar este legado laboral que se une a sus logros artísticos al frente de la ofcm, el maestro José Areán dijo marcharse satisfecho durante la entrevista previa a que dirija los dos últimos conciertos, el sábado 6 y domingo 7 de febrero, en los que se tocará la Sinfonía no. 5 de Gustav Mahler (1860-1911).
“La profesión de director es en sí un privilegio, no un derecho, así que me voy de la orquesta con una enorme satisfacción, porque sé del privilegio que gocé, de las relaciones de cercanía y de amistad que dejo atrás. Como director titular, es emotivo no decir ‘primera flauta hazle así, sino Judith (L. Johanson) hazle así’. Decirle al líder de los primeros violines ‘Fernando (Mino) por qué no hacemos esto’. Se dio una verdadera complicidad y vivimos momentos artísticos destacados, como algunas presentaciones en Bellas Artes”, comentó.
Tras concluir su ciclo en la Filarmónica, José Areán, quien estudió dirección orquestal en el Conservatorio de Viena, donde se graduó con mención honorífica, mencionó que ya tiene una serie de invitaciones como director huésped, además de continuar como director asociado de la Orquesta Sinfónica de Minería.
“Hablando del privilegio de ser director, afortunadamente, me llega trabajo; lo busco y también me llega. Me hablan compositores que aprecian mi trabajo para estrenar sus obras. Tengo una serie de invitaciones como director huésped, que es lo que he hecho la mayor parte de mi vida. Evidentemente, seguiré participando muy de cerca con la comunidad artística, ofrecerle a la propia Orquesta Filarmónica mis opiniones y mis contribuciones”, agregó.
Gracias a la conducción del director José Areán y a su calidad artística, la Orquesta Filarmónica de la Ciudad de México, próxima a cumplir su 38 aniversario, continúa siendo una de las agrupaciones más importantes de nuestro país y de América Latina.
Los últimos conciertos del maestro se realizarán el sábado 6 a las 18:00 horas y el domingo 7 de febrero a las 12:30, en la Sala Silvestre Revueltas del Centro Cultural Ollin Yoliztli, que se ubica en Periférico Sur 5141, Colonia Isidro Fabela, en Tlalpan.
La admisión general tiene un costo de 132 pesos, con 50 por ciento de descuento para maestros, estudiantes y personas con credencial del inapam.
Para conocer más de los programas de la Orquesta Filarmónica de la Ciudad de México, visite el sitio de internet http://ofcm.cultura.df.gob.mx/. Siga a la orquesta en el hashtag #ElColorDeLaMúsica.
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