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Libros 2016-06-09 10:37

Vicente Leñero, la observación inagotable del mundo que nos rodea

Este 9 de junio se cumple el aniversario 83 del periodista y escritor

Vicente Leñero, la observación inagotable del mundo que nos rodea



ï‚· Periodismo de emergencia, título de la colección Periodismo

Cultural reúne parte de los trabajos publicados por el autor



El escritor, periodista, novelista, guionista y dramaturgo Vicente

Leñero (Guadalajara, Jalisco, 9 de junio de 1933 - Ciudad de México,

3 de diciembre de 2014) navegó por los anchos mundos de la

escritura, dueño de una prosa que invita al lector pero también

confronta los convencionalismos. Parte de este quehacer se encuentra

en Periodismo de emergencia, título de la colección Periodismo

Cultural de la Secretaría de Cultura que reúne sus trabajos en las

publicaciones Proceso, Nexos, Revista de Revistas, La Jornada

Semanal, El País, Excélsior, Cultura Urbana, Claudia y Siempre!



“Deben ser las cinco o las cinco y media. Hoy también es

sábado. Estoy frente a la máquina de escribir, los codos apoyados en

la mesa y el cigarrillo en la boca, sujeto aún entre los dedos, aspirando

el humo, cerrando y abriendo los ojos en el momento de colocar el

cigarrillo sobre el saliente cenicero para continuar tecleando. Escribo:

estoy tratando de escribir”, cita Armando Ponce en el Prólogo de

Periodismo de emergencia a Vicente Leñero.



El autor estudió inicialmente ingeniería y posteriormente

periodismo, pronto se vio en las redacciones de revistas como Claudia

y Revista de Revistas de Excélsior. A partir de ahí se desarrolló como

como periodista y publicó su primera novela La voz adolorida en 1961.

Es considerado uno de los autores fundamentales de la narrativa

mexicana ya que innovó el lenguaje literario y abordó desde la

polifonía los diversos temas sociales. Asimismo logró consolidar una

dramaturgia propia en la que abordó los temas clásicos del teatro con



rodea una visión mexicana.



Periodismo de emergencia a Vicente Leñero está integrado en

cinco secciones: Gente mayor; Viajes sin agenda; Lugares, estatuas,

edificios…; Ocasiones de contento y Artículos de fe, este trabajo reúne

fragmentos de su andar; entrevistas con figuras de la vida nacional,

artículos de opinión y reflexiones sobre temas diversos, que discurren

lo mismo por La noche de las bellezas frías, crónica sobre los

concursos de belleza en México, que por Una teología de la

revolución, artículo que aborda las pugnas religiosas y sus

dimensiones políticas.



Vicente Leñero fue mentor de muchas generaciones de

periodistas que se formaron en la práctica y trabajo cotidiano.

Armando Ponce, periodista y amigo personal refiere en el prólogo

“seguía semana a semana ‘erredeerre’ (como comúnmente se le

decía) donde algunos de mi generación comenzaban su carrera… por

su versatilidad, amenidad y frescura, sus materiales circulaban entre

las primeras generaciones de comunicación en la Facultad de

Ciencias Políticas de la UNAM; eran fuente viva de enseñanza, un

verdadero manual de periodismo, algo que los estudiantes, más

dirigidos hacia la teoría no aprenden en las aulas”.



Fiel a un rigor encaminado al profesionalismo, tanto en el

aspecto informativo como en el del lenguaje. Los que se formaron con

él coinciden en la importancia de ese rigor, con miras a realizar un

periodismo de largo aliento.



Con la dirección de Vicente Leñero, Revista de Revistas fue

considerada por muchos la más ágil e imaginativa de su tiempo; ahí

logró plasmar una visión distinta de los temas y se convirtió en un

referente de la vida cultural en México. Por sus páginas transitaron

figuras de primera línea, crónicas y testimonios de actualidad,

reportajes de gran originalidad, cartones novedosos y colaboraciones

de escritores destacados.



Luego de la salida de Julio Scherer de Excélsior, iniciaría al lado

del equipo de colaboradores la aventura periodística en Proceso. Un nuevo espíritu animaba el quehacer cotidiano en la sección de Cultura

de la revista, afirma Armando Ponce. “Con él todo era directo, sin

complicaciones; estaba atento a la actualidad, era respetuoso de

nuestras opiniones contrarias y siempre echaba por delante el carácter

informativo sobre la ideología. Leñero nos hacía jugar a todos como

sólo juegan los niños, absolutamente en serio. Para él todo lo vivible

es escribible (novela, cuento, teatro, crónica, reportaje); lo más

aparentemente nimio es fascinante como el juego, principio primero de

la ficción en el ser humano”.



Muchos son los recursos en su periodismo, herramientas del

lenguaje que supo domeñar, gracias a lo que consiguió lo que ningún

otro narrador mexicano contemporáneo, “la amalgama suprema”, un

pacto secreto con el lenguaje de la realidad.



Su prosa descansa sobre una sensibilidad poco común, la

observación del mundo en que vivimos, presente en sus reportajes,

entrevistas y artículos de opinión donde logró distender la palabra

hasta límites insospechados. En su obra lo imaginario cohabita con la

no ficción, líneas delgadas que siempre supo trazar dando al lector la

veracidad y capacidad crítica necesaria en el periodismo.



El narrador apostó por sorprender al lector, como afirmó

Armando Ponce. “Si la fórmula clásica dicta que lo único que no puede

permitirse un reportero es aburrir al lector, la lección de Leñero agrega

a la inversa: hay que sorprenderlo”.



Periodismo de emergencia, de Vicente Leñero, publicado en al

colecciónb de Periodismo Cultural, se encuentra a la venta en la Red

de Librerías Educal de la Secretaría de Cultura y puede consultarse en

el portal electrónico http://www.conaculta.gob.mx/periodismo/.



AAE

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