Conformada por los valles de Guadalupe, San Antonio de las Minas, Ojos Negros, Santo Tomás, San Vicente, La Grulla, Tanamá, Las Palmas y San Valentín, esta región de clima mediterráneo en Ensenada, Baja California, ha sido y es una de las más importantes en cuanto a la producción de vino en México y Latinoamérica. Entre sus tierras viven más de 150 proyectos vinícolas que se mezclan con incontables paisajes, restaurantes campestres, calidez de sus habitantes y una cultura vinícola que ha ido despertando el interés de los consumidores por el producto mexicano.